Los colibríes también llamados picaflores son unas
pequeñas aves pertenecientes al grupo de aves Apodiformes (definición del griego, a
de "sin" y podos de "pies" porque tienen las patas delgadas muy
cortas), a la familia de los Trochilidae y a la subfamilia de los Troquilinos
(Trochilinea; cuya característica principal es que tienen dos dedos separados).
La mayoría de los géneros y especie de colibríes tienen un plumaje de colores
brillantes con matices metálicos, y tanto en la cabeza, el torso y la parte inferior del
cuerpo lucen tonos rojos, naranjas, azules, blancos, marrones y verdes dependiendo de su
género y especie.
En cualquier caso la mayoría de las hembras de todos los colibríes tienen colores
menos metálicos y una gama cromática inferior al de los machos mostrando de este modo un
dimorfismo sexual bastante visible.
En estos pequeños pajarillos de exótica belleza, también se les puede apreciar un
pico muy largo con una terminación curvada, en forma de lezna, o terminación hacia
arriba como el colibrí pico espada, especial para introducirlo en la profundidad de los
pétalos de las flores y de las anteras; sitios de muy difícil acceso y que sin ese pico
tan optimizado sería imposible acceder a ellos, y así con una legua extensible, son
capaces succionar y extraer el néctar de pistilo y por consiguiente alimentarse. No
obstante, los colibríes del
genero Chalcostigma tienen picos mas cortos y filosos para alimentarse de flores con
corola corta y/o perforar las que son de corola larga.
Su tamaño puede oscilar entre 5 cm. hasta los 20 cm. y sobre los 6 a 9 gramos de peso.
Lo que más llama la atención de estos bellos pajarillos, es sin duda para todo aquel
que los observa, es su peculiar forma de permanecer suspendidos en el aire en la misma
posición mientras se alimentan de las flores. Capaces de batir sus alas 80 veces por
segundo (de ahí viene su nombre
colibrí o zunzún, del zumbido que hacen con sus
alas cuando las agitan y ellos están activos) e incluso hasta 200 veces por segundo
cuando están en época de celo para impresionar a las hembras.
Con un diseño aerodinámico dominan totalmente el aire, dirigiendo su vuelo no solo
hacia adelante, si no también hacia arriba y hacia abajo, con esa rapidez y agilidad de
movimiento que los músculos de sus alas le proporcionan, necesaria para su subsistencia,
pudiendo así alcanzar velocidades de hasta de 80 km. a la hora.
|