El colibrí rufo es un ave que pertenece a la familia
de los Trochilidae y al género Selasphorus cuyo nombre de especie es Selasphorus rufus.
Mide de la punta de la cola hasta el final del pico entre 8 y 10 centímetros, siendo
la hembra un poco más grande y tienen un peso que varia de los 3 a 5 gramos siendo la
hembra ligeramente menos pesada.
El macho ya adulto lleva el pecho de color blanco con los bordes grisáceos, y tanto
por la cara, como por la espalda y la cola el color es rojizo brillante, que en la
garganta se convierte en un rojo-naranja casi ámbar. Aunque algunos machos tienen por la
espalda unos pequeños matices verdes casi metálicos.
La hembra por su parte, tiene tanto la espalda como los costados un color verde
brillante con algunas manchitas blancas, con algunas plumas en la parte de la garganta de
tonalidades naranjas. La cola es rojiza oscura con las puntas blancas.
Al colibrí rufo le atraen las áreas más bien espaciosas y abiertas, también busca
los bosques de coníferas donde hay gran variedad de arbustos, y más los bordes de los
bosques que los interiores de estos, donde haya riqueza de flora, aunque también hace
incursiones a sitios un poco más frondosos de vez en cuando, si la flora es abundante en
dichos sitios.
También se les puede ver muy cercano a donde viven los seres humanos, llegando a
entrar en parques públicos sin tener ningún tipo de miedo.
Tienen mucho apetito, y mientras están en movimiento necesitan alimentarse, hasta tres
veces su peso al día. Mientras, en las horas diurnas, se aletargan para no gastar
energías.
Como todos los colibríes, el colibrí rufo tiene una gran memoria, y recordara sus
rutas de alimentación, y las flores y plantas que visita, hasta el punto de volver a
pasar por ellas en el mismo orden, y una tras una por las mismas flores y plantas una y
otra vez.
Las hembras utilizan materiales orgánicos vegetales para hacer el nido, que a su vez
estará camuflado entre coníferas, y arbustos. Ellas se aseguraran de que sus nidos pasen
desapercibidos para los depredadores, tanto por el día como por la noche, donde son más
vulnerables, al estar en un letargo durante esas horas nocturnas. Las serpientes, varios
tipos de ratas grandes, gatos salvajes, y muchas especies de animales que se desenvuelven
en la oscuridad serán un peligro inminente.
Los machos pueden llegar a aparearse con varias hembras, pero nunca colaborará con la
hembra en las tareas del nido, ni en la crianza de polluelos.
El colibrí rufo suele ser muy agresivo con los colibríes intrusos en su territorio de
alimentación, y no duda en expulsar a quien invade sus zonas.
Vive por todo el norte de América, como Canadá, Estados Unidos, Bahamas y algunas
islas caribeñas, aunque realmente el colibrí rufo es capaz de sobrevivir en cualquier
parte de América, demostrando su adaptabilidad al ámbito en el que se instalan. En los
únicos lugares donde no han sido vistos es por Québec (Canadá), las islas de Hawai y la
isla del Príncipe Eduardo.
Cuando llega el invierno los colibríes rufo migran hacia México y Panamá desde los
Estados Unidos cruzando el golfo de México en un viaje de varios miles de kilómetros.
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